lunes, 18 de mayo de 2015

Las maravillas del mundo

     
Las Maravillas del Mundo




El origen de las siete maravillas del mundo antiguo se remonta a los tiempos de la Antigua Grecia, más exactamente a la época helénica. Fueron escogidas por el pueblo por ser para ellos insignes monumentos de la creación y el ingenio humano. Estas son:
1.       Pirámide de Giza, Egipto
2.       Templo de Artemisa, Efeso
3.       Estatua de Zeus, Olimpia
4.       Coloso de Rodas, Grecia
5.       El faro de Alejandrina, Egipto
6.       Jardines Colgantes de Babilonia, Actual Irak
7.       Mausoleo de Halicarnaso, Actual Turquia




 Pirámide de Giza, Egipto

       Está Situada al sudoeste del centro de El Cairo. El pueblo de Giza es el segundo suburbio más grande del mundo. Situada en la orilla oeste del río Nilo, Giza.
       Cuando Keops, faraón de la IV dinastía, en el año 2640 antes de Jesucristo, ordenó la erección de una tumba que por su altura y majestad debía ocultar el sol, se destinaron para ello 100.000 esclavos que trabajaron durante 20 años. Eran negros, hebreos y berberiscos hermanados por los mismos sufrimientos. Juntos compartieron el escaso alimento, derramaron su sangre bajo el mismo látigo de los guardianes y murieron por las mismas fatigas. Para que nadie pudiera conocer la entrada de la celda sepulcral, a la terminación de la obra los sobrevivientes fueron ejecutados.

       Durante esos 20 años, Egipto conoció privaciones y miserias. Se cerraron los templos, se redujeron las ceremonias religiosas, se aplicaron fuertes impuestos y se ordenó a los hombres libres ayudar a los esclavos. Dos millones trescientos mil bloques calcáreos de dos toneladas y media de peso cada uno, fueron levantados uno encima de otro hasta 147 metros de altura.

        Para cumplir esa enorme tarea se disponía de escasas y elementales maquinarias: los mineros utilizaban cuñas de madera mojada que, clavadas en la piedra, la quebraban al dilatarse; los transportadores acarreaban los bloques a lo largo del Nilo sobre enormes balsas, y luego sobre trineos hasta la meseta de Al Gizah, recorriendo una ruta que había costado diez años de trabajo.

       Los esclavos encargados de la pirámide levantaban los bloques de una a otra grada, más con la fuerza de sus brazos que con la rudimentarias grúas formadas con troncos de árboles, las únicas conocidas.
Cinco mil años pasaron desde entonces. La pirámide de Keops, única sobreviviente de las siete obras que los antiguos llamaron "maravillas del mundo", queda, casi intacta, como grandioso testimonio de una civilización desaparecida.
El templo de Artemisa, Efeso
           
El templo de Artemisa se encontraba en la antigua ciudad de Éfeso, a unos 50 km al sur de la moderna ciudad portuaria de EsmirnaIzmir, en Turquía, en el valle a los pies de Ayasoluk. Fue dedicado a la diosa Artemisa, denominada Diana por los romanos, diosa de la fertilidad. Su construcción fue comenzada por el rey EPII y duró unos 120 años.
            El templo de Éfeso que le estaba consagrado fue destruido y reconstruido varias veces, siempre con magnificencia. Se hablaba en toda Asia de los tesoros que atestaban sus galerías subterráneas, como también de su belleza arquitectónica debida al genio de Quersifión y Metagenes, y de las esculturas que lo adornaban y cuyos autores eran Escopas y Praxíteles. Esta maravilla no impresionaba por sus dimensiones como la pirámide de Keops, pero la armonía de sus proporciones hacía de ella una auténtica joya del arte griego.

            En el año 356 antes de Jesucristo, durante una calurosa noche de verano, un mendigo demente llamado Eróstrato, incendió el edificio. La ciudad entera dormía, y no fue posible impedir que las llamas destruyeran a este monumento incomparable, ni salvar las incalculables riquezas allí acumuladas. Unos años más tarde, el templo resurgió nue
vamente, en base al mismo plano. Ciento veintisiete columnas jónicas de 18 metros de alto rodeaban la celda donde se alzaba la estatua de la diosa y, entre ellas, 36 ricamente esculpidas en la base fueron donadas por Creso, rey de Lidia.  Estaban coronadas por un amplio frontón triangular, también esculpido. En el interior, los frescos de Apeles llenaban de asombro a los visitantes por la belleza y habilidad del dibujo.
Terminado en el año 323 a.c. el nuevo templo, fue semidestruído por las liordas entre los años 260 y 268 d.c.. Más tarde, los portadores de Aia Soluk, incapaces de captar su belleza, utilizaron las piedras para construir sus viviendas


Estatua de Zeus, Olimpia
La estatua de Zeus se erigió en el antiguo pueblo de Olimpia, en la costa oeste de Grecia moderna.  Se construyó en honor al dios Zeus en romano llamado Jupiter. Desde el año 668 a.c. hasta el año 393 a.c. tenían lugar, cada cuatro años, juegos que constituían la más importante de las fiestas nacionales griegas. Toda Grecia se reunía en Élide, comarca de la Grecia Antigua.
            El nombre de Olimpia no designaba una ciudad, sino más bien una reunión de templos y de monumentos públicos, erigidos con motivo de esos juegos. Entre esos templos, el más hermoso era el de la Júpiter en cuya nave se elevaba la estatua del dios. Los vencedores, entre los aplausos del pueblo, eran coronados en el templo, a los pies de dicha estatua, cuyos 20 metros de altura se alzaban imponentes, mostrando a Júpiter sentado en el trono, con la imagen de la Victoria, toda de oro macizo, en la mano derecha. Sahumerios especiales habían conferido a la estatua de marfil el color de la piel humana. Las vestimentas que le ceñían la cintura y llegaban hasta los pies, eran también de oro puro.
            Cuéntese que, al terminar su obra, Fidias se arrojó a los pies de la estatua suplicando a Júpiter le concediera una señal de aprobación. De repente, en el cielo sereno, se desató un rayo que llenó el templo con su resplandor enceguecedor y fue a caer a los pies del artista. Era la respuesta del dios.
            En 391 D.C., al prohibirse celebrar los juegos olímpicos el templo de Zeus se clausuró. Entre terremotos, deslaves, inundaciones e incendios, el templo se fue derrumbando poco a poco. Los griegos ricos transportaron la estatua de Zeus a un palacio en Constantinopla (ahora Estambul, Turquía), pero eventualmente se destruyó completamente al quemarse en un incendio en 462 D.C.





Coloso de Rodas, Grecia
           
En el mar Egeo, entre Creta y Asia Menor, se encuentra un archipiélago compuesto por unas veinte islas denominado Dodecaneso. En este archipiélago destaca la famosa isla de Rodas.
            Para celebrar un triunfo muy importante, la ciudad decide elevar un monumento memorable a Helios, dios del sol, en el puerto en el 292 a.c. Sus arquitectos fueron Chares de Lindos y Laches. Después de 12 años de trabajo, Chares se suicidó acosado por el temor de no lograr jamás la estabilidad de la estatua. Laches concluyó la obra, que insumió sumas fabulosas.
            Se necesitaron más de trescientas toneladas de bronce. El interior de la estatua estaba rellenado de ladrillos hasta la cintura; la parte superior era hueca y encerraba una escalera que conducía hasta la torre del fuego colocado en la cabeza. Todas las noches los guardianes subían hasta la torre para encender las antorchas, que, trasluciendo por los ojos del coloso, servían de faro a los navegantes. Esta estatua, consagrada al Sol, tenía las piernas separadas, con los pies afirmados a cada lado de la entrada del puerto.
            Cincuenta y seis años después de su construcción, en el 223 a.c., un terremoto derribó al Coloso. Los habitantes de Rodas, siguiendo el consejo de un oráculo, decidieron dejar yacer sus restos donde cayeron. En el año 672 de la era cristiana, cuando los árabes invadieron Rodas, la sombra de un cuerpo gigantesco sumergido en las aguas los llenó de estupor.
            El coloso de Rodas, enorme estatua de bronce que se había erguido a la entrada del puerto, yacía desde 800 años atrás en el fondo marino, cubierto de algas y moluscos, quebradas las piernas y el  rostro hundido en el cieno.





El faro de Alejandrina, Egipto
               
El nombre de faro proviene de una torre de unos 180 metros de altura que fue construida bajo el reinado de Ptolomeo II (283-246 a. De J.C.),concebido por Ptolomeo I Soter, en la isla de Pharos, frente al puerto de Alejandría.
            Construido por el arquitecto Sostrato de Gnido, estaba recubierto de mármol. En lo más alto ardía una hoguera durante la noche que se veía desde una distancia de 55 kilómetros. Levantado en una península adelantada a la ciudad egipcia, se consideraba una de las mayores producciones técnicas de la antigüedad. Sobre una base cuadrada se alzaba una esbelta torre ortogonal de unos 100 m de altura. Sobre la plataforma superior ardía por la noche un fuego alimentado con leña y resina.
             La leyenda dice que Sostratos buscó durante mucho tiempo, para los cimientos, un material que resistiese el agua del mar, y que finalmente construyó la torre sobre gigantescos bloques de vidrio. En 1373 un terremoto destruyó los restos de la torre. Califa Al Walid que ordenó la demolición de los restos del faro con la seguridad de hallar un tesoro escondido en los cimientos de la torre. Sus ruinas se han buscado en vano. 






Jardines Colgantes de Babilonia, Actual Irak

La ciudad de Babilonia pertenecía a un reino de igual nombre, ubicado en la Mesopotamia, a orillas del río Eufrates, en la actual Iraq. Fue fundada hacia el 2500 a.C. y cobró importancia 500 años después, pero recién durante el reinado de Nabucodonosor II (605 adC - 562 adC), después de grandes guerras, la ciudad fue embellecida y además de los jardines colgantes se contruyó la Puerta de Istar.
Cuando Nabucodonosor, rey de Caldea, casó con Clarisa, decidió ofrecer a su amada un jardín que,  por la originalidad de su estructura y la variedad de sus flores, fuese digno de la nueva reina.
Audaz era el proyecto concebido por los arquitectos de Babilonia. Sobre un área de 19.600 metros cuadrados levantaron una serie de terrazas de piedra sostenidas por amplias arcadas de 6 metros de largo, de manera que, visto desde abajo, el jardín suspendido pareciese una alta escalinata rebosante de flores. Debajo de las arcadas se ocultaban amplios aposentos resplandecientes de adornos, para que los soberanos pudiesen descansar allí.
Se diseñó y construyó maquinaria de riego: una noria, que servía de transporte para el agua desde las zonas de pozos hasta las de riego. El clemente clima mesopotámico, sumado a la eficacia de los instrumentos babilónicos, llevaron a que en poco tiempo los jardines estuvieran repletos de plantas, y cuenta la leyenda que las copas de los árboles se podían divisar desde fuera de las inexpugnables murallas que protegían a la ciudad.
En el año 539 a. de C. los persas lograron conquistar Babilonia y sobrevino la decadencia de la esplendorosa ciudad. La población menguó sobre el siglo IV aC, cuando Alejandro Magno visitó la ciudad ya habían partes en ruinas. Fue definitivamente destruida con la conquista de Evemero, quien la prendió fuego, en el año 125 antes de Cristo.




Mausoleo de Halicarnaso, Actual Turquia
           
Halicarnaso (actualmente Bodrum), es una ciudad del Asia Menor que fue refundada por Mausolus (353-377 a.c.), un sátrapa del Imperio Persa que, si bien desafió a éste en la Revuelta de los Sátrapas. Mausolo era hijo de Hecatomno, aristócrata que había obtenido en 392 a.c. la satrapía de Caria (actual suroeste  de Turquía) de manos de Artajerjes II.
            Mausolo fue el gobernante más destacado de la satrapía de Caria, y en aquella época era habitual que el fundador de una ciudad recibiera los máximos honores y una tumba en su plaza central.
El edificio fue diseñado por los famosos arquitectos Satiro y Piteo, inspirados por la arquitectura tradicional anatolia y griega. Aunque el mausoleo fue construído con ladrillos, éstos fueron recubiertos con mármol blanco de las islas de Proconesia (Mar de Mármara), con unos acabados espléndidos.
El impresionante monumento póstumo se hizo famoso en su época y fue copiado en muchas ocasiones. El Mausoleo hacía un total de 50 metros de altura.
El sitio sufrió ya en la Antigüedad, pero en la Edad Media todavía impresionaba. En 1522, los Caballeros de Rodas lo destruyeron hasta la última piedra y emplearon muchos de sus restos en la construcción del castillo de Bodrum.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario