Las Maravillas
del Mundo
El
origen de las siete maravillas del mundo antiguo se remonta a los tiempos de la
Antigua Grecia, más exactamente a la época helénica.
Fueron escogidas por el pueblo por ser para ellos insignes monumentos de la
creación y el ingenio humano. Estas son:
1.
Pirámide de
Giza, Egipto
2.
Templo de
Artemisa, Efeso
3.
Estatua de
Zeus, Olimpia
4.
Coloso de
Rodas, Grecia
5.
El faro de
Alejandrina, Egipto
6.
Jardines
Colgantes de Babilonia, Actual Irak
7.
Mausoleo de
Halicarnaso, Actual Turquia
Está
Situada al sudoeste del centro de El Cairo. El pueblo de Giza es el segundo
suburbio más grande del mundo. Situada en la orilla oeste del río Nilo, Giza.
Durante
esos 20 años, Egipto conoció privaciones y miserias. Se cerraron los templos,
se redujeron las ceremonias religiosas, se aplicaron fuertes impuestos y se
ordenó a los hombres libres ayudar a los esclavos. Dos millones trescientos
mil bloques calcáreos de dos toneladas y media de peso cada uno, fueron
levantados uno encima de otro hasta 147 metros de altura.
Los
esclavos encargados de la pirámide levantaban los bloques de una a otra
grada, más con la fuerza de sus brazos que con la rudimentarias grúas
formadas con troncos de árboles, las únicas conocidas.
Cinco mil años pasaron desde entonces. La pirámide de Keops, única sobreviviente de las siete obras que los antiguos llamaron "maravillas del mundo", queda, casi intacta, como grandioso testimonio de una civilización desaparecida. |
El templo de Éfeso que le estaba
consagrado fue destruido y reconstruido varias veces, siempre con
magnificencia. Se hablaba en toda Asia de los tesoros que atestaban sus
galerías subterráneas, como también de su belleza arquitectónica debida al
genio de Quersifión y Metagenes, y de las esculturas que lo adornaban y cuyos
autores eran Escopas y Praxíteles. Esta maravilla no impresionaba por sus
dimensiones como la pirámide de Keops, pero la armonía de sus proporciones
hacía de ella una auténtica joya del arte griego.
En el año 356 antes de Jesucristo, durante una calurosa noche de verano, un mendigo demente llamado Eróstrato, incendió el edificio. La ciudad entera dormía, y no fue posible impedir que las llamas destruyeran a este monumento incomparable, ni salvar las incalculables riquezas allí acumuladas. Unos años más tarde, el templo resurgió nue vamente, en base al mismo plano. Ciento veintisiete columnas jónicas de 18 metros de alto rodeaban la celda donde se alzaba la estatua de la diosa y, entre ellas, 36 ricamente esculpidas en la base fueron donadas por Creso, rey de Lidia. Estaban coronadas por un amplio frontón triangular, también esculpido. En el interior, los frescos de Apeles llenaban de asombro a los visitantes por la belleza y habilidad del dibujo.
Terminado en el año 323 a.c. el nuevo templo, fue
semidestruído por las liordas entre los años 260 y 268 d.c.. Más tarde, los
portadores de Aia Soluk, incapaces de captar su belleza, utilizaron las piedras
para construir sus viviendas
Estatua de Zeus, Olimpia
El nombre de Olimpia no designaba una
ciudad, sino más bien una reunión de templos y de monumentos públicos, erigidos
con motivo de esos juegos. Entre esos templos, el más hermoso era el de la
Júpiter en cuya nave se elevaba la estatua del dios. Los vencedores, entre los
aplausos del pueblo, eran coronados en el templo, a los pies de dicha estatua,
cuyos 20 metros de altura se alzaban imponentes, mostrando a Júpiter sentado en
el trono, con la imagen de la Victoria, toda de oro macizo, en la mano derecha.
Sahumerios especiales habían conferido a la estatua de marfil el color de la
piel humana. Las vestimentas que le ceñían la cintura y llegaban hasta los
pies, eran también de oro puro.
En
391 D.C., al prohibirse celebrar los juegos olímpicos el templo de Zeus se
clausuró. Entre terremotos,
deslaves, inundaciones e incendios, el templo se fue derrumbando poco a poco. Los griegos
ricos transportaron la estatua de Zeus a un palacio en Constantinopla (ahora
Estambul, Turquía), pero eventualmente se destruyó completamente al quemarse en un incendio en 462 D.C.
Coloso de Rodas, Grecia
Se
necesitaron más de trescientas toneladas de bronce. El interior de la estatua
estaba rellenado de ladrillos hasta la cintura; la parte superior era hueca y
encerraba una escalera que conducía hasta la torre del fuego colocado en la
cabeza. Todas las noches los guardianes subían hasta la torre para encender las
antorchas, que, trasluciendo por los ojos del coloso, servían de faro a los
navegantes. Esta estatua, consagrada al Sol, tenía las piernas separadas, con
los pies afirmados a cada lado de la entrada del puerto.
El coloso de Rodas, enorme estatua de
bronce que se había erguido a la entrada del puerto, yacía desde 800 años atrás
en el fondo marino, cubierto de algas y moluscos, quebradas las piernas y
el rostro hundido en el cieno.
El faro de Alejandrina, Egipto
La leyenda dice que Sostratos buscó durante
mucho tiempo, para los cimientos, un material que resistiese el agua del mar, y
que finalmente construyó la torre sobre gigantescos bloques de vidrio. En 1373
un terremoto destruyó los restos de la torre. Califa Al Walid que ordenó la
demolición de los restos del faro con la seguridad de hallar un tesoro
escondido en los cimientos de la torre. Sus ruinas se han buscado en vano.
Jardines Colgantes de Babilonia, Actual Irak
Cuando Nabucodonosor, rey de Caldea, casó con Clarisa,
decidió ofrecer a su amada un jardín que, por la originalidad de su estructura y la
variedad de sus flores, fuese digno de la nueva reina.
Audaz era el proyecto concebido por los arquitectos de
Babilonia. Sobre un área de 19.600 metros cuadrados levantaron una serie de
terrazas de piedra sostenidas por amplias arcadas de 6 metros de largo, de
manera que, visto desde abajo, el jardín suspendido pareciese una alta
escalinata rebosante de flores. Debajo de las arcadas se ocultaban amplios
aposentos resplandecientes de adornos, para que los soberanos pudiesen descansar
allí.
En el año 539 a. de C. los persas lograron conquistar
Babilonia y sobrevino la decadencia de la esplendorosa ciudad. La población
menguó sobre el siglo IV aC, cuando Alejandro Magno visitó la ciudad ya habían
partes en ruinas. Fue definitivamente destruida con la conquista de Evemero,
quien la prendió fuego, en el año 125 antes de Cristo.
Mausoleo de Halicarnaso, Actual Turquia
Mausolo
fue el gobernante más destacado de la satrapía de Caria, y en aquella época era
habitual que el fundador de una ciudad recibiera los máximos honores y una
tumba en su plaza central.
El impresionante monumento póstumo se hizo famoso en su
época y fue copiado en muchas ocasiones. El Mausoleo hacía un total de 50
metros de altura.
El sitio sufrió ya en la Antigüedad, pero en la Edad
Media todavía impresionaba. En 1522, los Caballeros de Rodas lo destruyeron
hasta la última piedra y emplearon muchos de sus restos en la construcción del
castillo de Bodrum.